LA DESINTEGRACIÓN DE LA BANDA ORIENTAL




La desintegración de la Banda Oriental

Por Aurelio Nicolella

La creación de la República Oriental de Uruguay, luego de las luchas independentistas comenzadas por José Gervasio Artigas, puso el corolario sobre las disputas que mantenían tanto españoles como portugueses, en un comienzo y luego los brasileños y argentinos sobre estas tierras.
Luego de la victoria de Ituzaingó que significo la expulsión de los brasileños del territorio oriental, los límites del país no se encontraban delineados, ni definidos, se consideraba que la zona norte de la Banda Oriental con limite con el Imperio del Brasil era toda ella considerada una “frontera abierta”, por la que incursionaban y circulaban bandidos contrabandistas y revolucionarios tanto de una parte como de la otra.
Así en octubre de 1851 el Imperio del Brasil, forzado por las circunstancias, comienza a atender las reclamaciones de su vecino del sur, ello es debido a que los brasileños necesitaban tener sus limites precisos para poder gobernar y tener dominio sobre los “revoltosos” estados del sur, ya que estos limitan con Uruguay, en consecuencia se firma el Tratado de Limites en Río de Janeiro, representante del Uruguay fue Andrés Lamas, dicho documento fue modificado en varias oportunidades con modificaciones en los años 1852 y 1853.
Pero el tratado definitivo se firmo el día 30 de octubre de 1909, ratificado el día 12 de noviembre de 1909 bajo la presidencia uruguaya de Claudio William, siendo el ministro de Relaciones Exteriores Antonio Bachini, en dicho tratado se resolvió que Uruguay volviera a tener soberanía, pero compartida sobre la laguna Merín, se estableció la divisoria de aguas del Yaguarón. Lo que poco se sabe es que se había hecho un acto de justicia y reparación a la usurpación cometida por Brasil y la corona portuguesa, ya que habían ocupado en forma fraudulenta todos los territorios de las “Misiones Orientales”, que se encuentran al norte del Uruguay actual.
Quién represento a Brasil en el Tratado de 1909 fue el Conde de Río Branco, el político más importante que tuvo el Brasil en el Siglo XIX y a comienzos del Siglo XX, ya que él lleva a la práctica las intenciones imperialistas brasileñas en la América del Sur.
Con posterioridad en mayo de 1913 y diciembre de 1916 dos Convenciones aclararon aun más las diferencias del Tratado de Límites que se habían firmado ambas partes, estableciendo una comisión uruguayo-brasileña para la demarcación de los límites definitivos de las aguas de la laguna Merín.
Quién mejor explica la usurpación cometida sobre territorio uruguayo es el historiador oriental Eduardo Acevedo, quién haciendo un racconto de la historia nos introduce en ella y nos lo dice: “Ya estaba decretada, sin embargo, la pérdida de la Misiones Orientales. Su toma de posesión por los usurpadores era simplemente cuestión de oportunidad. Y la oportunidad se presentó durante la guerra europea entre España y Portugal, provocada por Napoleón. Las fuerzas portuguesas se apoderaron tranquilamente de toda la línea desde Cerro Largo hasta los siete pueblos de las Misiones Orientales. Terminada la lucha europea, el Virrey exigió la desocupación portuguesa; pero sólo obtuvo el desalojo del Cerro Largo y de las costas del Yaguarón, perdiéndose así desde 1801 la vieja frontera del norte del río de la plata hasta Yaguarón, sin tratado alguno y sólo por efecto de la ley de la fuerza”.
Tal como acotara en su libro el boliviano Raúl Botelho Gosálvez “Proceso del Subimperialismo Brasileño” al tratar el tema de los límites del Brasil con sus vecinos dice: “...En suma, el Uruguay primitivo sufrió la amputación de su territorio de las Siete Misiones, de Río Grande de San Pedro y su línea de frontera tradicional se redujo en beneficio de Brasil en una extensión que puede equivaler al doble de su actual tamaño territorial”. Continua diciendo “Nada agregaremos sobre los sufrimientos y la destrucción experimentados por aquel pueblo durante la colonia y después de su emancipación por las agresiones de los bandeirantes y los ejércitos luso-brasileños”.
Por lo hasta aquí manifestado puede el Uruguay ser considerado como uno de los pocos países del mundo que ha perdido más territorio en relación a su superficie original.